Theresa Catharina de Góes Campos

     
La vejez es un derecho humano

Más allá que un derecho fundamental no vejar la vejez es un derecho humano. Sin embargo, tan increíble quanto incuestionable el que los informes señalan acerca del envejecimiento de gran población de personas en Latinoamerica, no ostante los avances de la medicina combinada con la tecnologia u otros modos de tratamientos de prevención “anti age”. Si por un lado sorprende la cantidad de estos recursos médicos hoy disponibles, por otro lado sorprende aun más los millones, sobretodo de mujeres, mayores u mismo abajo de los sesenta años, ya en el cautiverio de la vejez precoz, sin proteción ninguna!...

Será eso todo el espejo de un sistema de salud y pensiones insuficiente para una quantidad de gente que demanda gastos superiores a los ingresos, mismo con el fomento de ahorros desde corta edad?... No son pocos los mayores que mismo teniendo trabajado por años tras la juventud, llegan todavia a la vejez sin tener siquiera un régimen pensional con la garantia de servicios médicos direccionados para el desfrute de dias mejores, u sin más tener que vivir en el proceso productivo que a la larga, no raro ha encortado su vida salud, tal como los sueños de millones de latinoamericanos enfermados, que viven sin futuro, mirando hacia la muerte no más?...

Trás los informes periodistas de Colombia, se puede decir que nosotros de Latinoamerica compartimos casi todos los mismos problemas de vejez, pues, no solo las poblaciones de allá están envejeciendo, ya que, mismo en un país como Brasil, las encuestas sobre pobreza muestran que esta afecta especialmente a los adultos mayores enfermados y sin recursos suficientes para recibir los tratamientos que necesitan, dada la baja cobertura de la seguridad social en pensiones del Estado. De Colombia se habla que cinco millones de colombianos que superaron la edad de jubilación, menos de la tercera parte recibe una mesada. El resto está abandonado a su suerte o percibe estipendios gubernamentales que algo ayudan, más no lo suficiente. Y que decir de los otros millones de latinoamericanos sin trabajo y sin pension?...

Además, aún se nos depara todo el enfrentamiento casi cultural de que el envejecimiento es vergonzoso. Afrontar tal perjuicio es tan vital como la voluntad social y política, de que si no es verdad que los jóvenes son los más productivos, tampoco no hay que trabajar hasta la muerte para sostenerse con dignidad como pensionado. El sistema de pensiones privatista o estatal en Latinoamerica aún no llegó, con seriedad, y con capacidad para sostener programas y proveer a cada uno que ha trabajado, el disfutar de una calidad de vida mejor, por lo menos en la vejez. No hay porque una generación ser robada de sus ahorros por las generaciones siguientes, bajo el dicho de que, al ingresar en la lista de los jubilados, llegó la hora de morir por que ya no lo es más productivo u porque no ha ahorrado el suficiente!...

Agnes Marta Pimentel Altmann (Brasília - DF, 06/10/2015)
 

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